Tendinopatía insercional del tendón de Aquiles
Patología
Sin embargo, un examen histológico de muestras (biopsia) extraídas a pacientes durante una cirugía para tratar síntomas crónicos ha revelado que la IAT crónica está vinculada a cambios degenerativos en el tendón. De acuerdo con eso, la enfermedad está mejor caracterizada como tendinopatía que como tendinitis o tendinosis.
El diagnóstico se basa en las características clínicas de la enfermedad, en las que la localización del dolor constituye un importante factor de discriminación. El punto de máximo dolor de la tendinopatía insercional del tendón de Aquiles se sitúa en la unión del tendón con el hueso, mientras que en el caso de la tendinopatía no insercional del tendón de Aquiles, el punto de máximo dolor se encuentra a entre 2 y 6 cm proximales de la inserción. Los síntomas se pueden exacerbar al correr sobre superficies duras o al subir escaleras. El diagnóstico por imagen se debe utilizar para descartar otras causas de dolor del tendón de Aquiles y dolor de talón, o para confirmar el diagnóstico de IAT, en caso de duda.
La etiología de la tendinopatía insercional del tendón de Aquiles probablemente dependa de múltiples factores, entre los que se podrían incluir: la vejez, la obesidad, la hipertensión, la diabetes, la hiperpronación y el uso de esteroides, para mencionar sólo unos cuantos. En particular, en los atletas el inicio de la IAT también puede verse influido por hábitos nocivos de entrenamiento, como un entrenamiento excesivo, un entrenamiento sobre superficies duras o en pendiente, y cambios abruptos de planificación.
Existe la hipótesis de que la curación de las lesiones del tendón de Aquiles como resultado de un sobreesfuerzo implica la penetración de vasos sanguíneos pequeños en el tendón, para incrementar la curación al proporcionar un flujo mejorado de sangre. Sin embargo, estos pequeños vasos sanguíneos están acompañados por pequeñas fibras nerviosas con elevadas concentraciones de sustancias nociceptivas como el glutamato, la sustancia P y el péptido relacionado con el gen de la calcitonina (CGRP). Estas pequeñas fibras nerviosas se consideran la causa del dolor en la tendinopatía insercional del tendón de Aquiles crónica.
Los corredores son el mayor grupo de pacientes con dolor crónico del tendón de Aquiles. La incidencia anual de tendinopatía insercional del tendón de Aquiles entre los atletas es de aproximadamente un 8 %. Sin embargo, presentan quejas similares individuos con cualquier grado de actividad y de todas las edades.
El tratamiento de la tendinopatía insercional del tendón de Aquiles debería comenzar con medidas conservadoras como el reposo, la aplicación de hielo, la fisioterapia, los estiramientos (carga excéntrica), el ejercicio, las ayudas de ortopedia, las plantillas y la administración de antiinflamatorios no esteroideos. En algunos casos, la situación puede mejorar si se utilizan ortesis o si se practica una inmovilización con una escayola o con una bota neumática. A los pacientes que no respondan al tratamiento conservador en el plazo de seis meses, se les puede someter a la terapia con ondas de choque radiales (RSWT).
Para los casos más persistentes de tendinopatía insercional del tendón de Aquiles debe considerarse la cirugía, aplicando las distintas estrategias quirúrgicas descritas en la literatura médica.
La prevención de la recurrencia debería pasar por instaurar unos hábitos de ejercicio apropiados, utilizar calzado de tacón bajo y realizar ejercicios de fortalecimiento excéntrico.
Riesgos de la terapia por ondas de choque con el uso del Swiss DolorClast®
Si está correctamente aplicada, la terapia por ondas de choque radiales (RSWT) con el uso de los dispositivos de la gama Swiss DolorClast® tiene sólo riesgos mínimos.
Los efectos secundarios pero no graves con el uso de este tipo de dispositivo son:
- Dolor y malestar durante y después del tratamiento (no es necesaria anestesia)
- Enrojecimiento de la piel (eritema)
- Petequia
- Inflamación y entumecimiento de la piel en la zona tratada
Estos efectos secundarios pero no graves con el uso de los dispositivos de la gama Swiss DolorClast® generalmente desaparecen dentro de 36 horas después del tratamiento.
Protocolo de tratamiento
Localizar el área de dolor a través de la palpación y la biorrealimentación.
Marcar el área de tratamiento.
Aplicar el gel de acoplamiento para transmitir las ondas de choque a los tejidos.
Aplicar las ondas de choque radiales o focalizadas en el área de tratamiento sujetando el aplicador firmemente sobre la piel.